La pala es para el jugador de pádel es el utensilio principal en la pista de pádel. Se suele decir que es una prolongación de nuestro propio brazo, por eso es tan importante que sepamos elegir bien nuestra pala y aprendamos a utilizarla de manera adecuada, cuidarla y mimarla, porque de ella dependerá mucho el resultado del próximo partido.
La pala no es un producto que solamos cambiar tan a menudo como la camiseta, calcetines… y por ello nos ha acompañado muchos momentos en partidos decisivos y pachangas con amiguetes. Por ello a pesar de tenerla cariño y queramos que nos dure para siempre, hay que saber cuándo tenemos que cambiar la pala de pádel y es común que existan dudas sobre cuál es el momento de hacerlo.
A la hora de renovar otro producto como las zapatillas de pádel, por ejemplo, tenemos bastante claro que cuando la suela ya está muy desgastada y no agarra lo suficiente, es hora de hacernos con otro par. Sin embargo ante la pregunta de cuándo cambiar la pala de pádel no suele ser tan fácil, a no ser que la tengamos rota, claro, entonces es más que evidente que tenemos que plantearnos el comprar otra pala urgentemente.
Es habitual pensar que aunque le damos a la pala bastante uso, está en buenas condiciones y no haga falta realizar ningún cambio por ahora. sin embargo, aunque la parte estética de la pala esté casi intacta sea necesario que toque cambiarla porque sus prestaciones ya no son lo que eran.
Esto es mucho más complicado darse cuenta, al contrario de lo que ocurre, como decíamos, con otros materiales de juego.
Lo que vas a encontrar aquí
- Factores que influyen en la duración de las palas de pádel
o Calidad de los materiales de la pala de pádel.
o La frecuencia de juego.
o Cuidados a nuestra pala de pádel.
o Cuanto tiempo tiene la pala.
Hay una serie de factores que nos indican el tiempo medio de duración de una pala y cuándo cambiar la pala de pádel es necesario si queremos seguir teniendo un buen “arma” entre manos.
Factores que influyen en la duración de las palas de pádel
Todos los factores determinantes en la duración de nuestra pala de pádel se interrelacionan de una manera en la calidad de los materiales. Pero claro, la perdida de eficacia de estos materiales se verá mermada si no cuidamos la pala de manera adecuada.
Es obvio que una pala con materiales muy buenos, pero con cuidados escasos, si la golpeamos, no la protegemoses muy importante, pero si después no prestamos atención a cuidar la pala como es debido, es probable que se deteriore igual de rápido o más que una pala de materiales más modestos bien cuidada.
El caso es que para tener una idea más o menos clara de cuándo cambiar la pala de pádel hay que tener muy en cuenta estos factores:
Calidad de los materiales de la pala de pádel.
No es lo mismo una pala de fibra de carbono que una de fibra de vidrio o con núcleo de goma EVA o de Foam. Las palas fabricadas en carbono son más duraderas y resistentes que las de fibra de vidrio, por este motivo la mayoría de las palas de pádel de gama alta son de carbono y las de gama baja de fibra de vidrio.
En cuanto al núcleo, las de goma EVA suelen ofrecer mejores prestaciones que las de Foam, pero en este caso la elección está también más relacionada con la forma de juego que se prefiera.
La frecuencia de juego.
Lógicamente no es lo mismo coger la pala muy de vez en cuando que bajar con frecuencia a jugar, incluso apuntarse a rankings, torneos, etc. A mayor uso, mayor desgaste y, por tanto, la necesidad de cambiar la pala antes.
Estableciendo una media, digamos que alguien que juega 1 o 2 veces por semana puede durarle la pala un año y alguien que juega de 4 a 5 veces por semana tendrá que cambiar de pala en unos seis meses.
Como comentábamos antes, todo esto es relativo y depende también del resto de factores como el cuidado que le prestemos a la pala o su calidad. Pero en general estos suelen ser los tiempos.
A parte de la frecuencia de juego también a medida que crece nuestra práctica y nuestra destreza en el deporte, nos surjen nuevas necesidades en el juego. Podemos igualmente variar de la tipología de jugador que somos y por ello tendremos que prestar atención a nuestra evolución.
Cómo cuidamos nuestra pala de pádel.
Evidentemente si cada vez que fallamos un punto la pagamos con la pala y la golpeamos contra el suelo o la pared, nos durará menos. También si no medimos bien o somos muy bruscos en el juego y solemos chocar la pala con la del compañero.
Si cuidamos bien nuestra pala, evitamos golpearla, cubrimos con protectores el marco, la secamos después de jugar un partido con lluvia, no la dejamos al sol a altas temperaturas, la guardamos en una buena funda o paletero, etc. ayudará a que la conservemos en mejores condiciones y nos dure más tiempo.
Es importante no dejarla expuesta a temperaturas extremas, cambios brucos de temperatura… por lo que hay que evitar dejarla en el maletero del coche, en alguna zona con exceso de calor…
El tiempo que tenga la pala.
De nuevo, algo bastante lógico, cuanto más tiempo tenga nuestra pala mayor desgaste y por lo tanto, menores prestaciones porque los materiales van perdiendo propiedades y se van deteriorando con el tiempo y por factores meteorológicos como la lluvia, el frío o el calor.
Al margen de esto, algunos síntomas claros de que ha llegado el momento de renovar nuestra pala de pádel es cuando el marco tiene alguna grieta que se puede ir ampliando hasta afectar al núcleo, cuando la goma no despide la bola con la misma potencia que cuando la pala era nueva o si al terminar de jugar notamos dolor en el brazo, como consecuencia de las vibraciones que puede proporcionar una pala deteriorada.
Así que ya sabéis, lo primordial es saber elegir una pala de pádel que se adapte a nuestras características físicas y de juego, cuidarla bien, mimarla y disfrutar en la pista con ella, teniendo presente siempre estos factores para saber cuándo es el momento de despedirnos de ella y dar la bienvenida a una nueva.