¡La mente en el pádel es (a veces) tan simple como una patada en el trasero!
La mentalidad en el pádel y en general sigue siendo un área muy específica para cada persona.
Una determinada técnica o enfoque funcionará para algunos jugadores, mientras que para otros puede ser totalmente inapropiada.
En esta página, te cuento un partido que jugué en el que recibí exactamente el coaching adecuado: un coaching positivo y estimulante «una patada en el culo».
Aunque no tengas un entrenador y aunque este método no sea el adecuado para ti, puede ayudarte a saber qué necesitas para destacar en un partido.
El contexto del partido
Era un partido estábamos 5/6, jugaba a 3/6 y en ese momento ya empezábamos a jugar mucho menos competitivo y teníamos dudas.
Ya no podía jugar con mi Varlion, demasiado difícil de jugar y acababa de comprar una adidas Metalbone sin probarla lo suficiente.
Mal comienzo y pensamientos negativos
Empecé el partido con malas sensaciones, cometí muchos errores de longitud, así que me puse tenso porque no me atrevía a soltar mis golpes.
Culpo mental y verbalmente a mi pala, que creo que es la causa de todos mis errores.
Cuando empezamos a enfadarnos de forma negativa por cualquier motivo de nuestros errores, nos centramos en algo negativo y nos encerramos en una actitud negativa que alimenta nuestra ira.
En general, esto conduce de forma silenciosa pero segura al siguiente círculo vicioso: juegas mal y te enfadas, cuanto más te enfadas peor juegas y cuanto peor juegas más te enfadas, etc. Nada positivo y nada que pueda llevar a un partido ganador.
En un momento dado, sería mejor parar el partido que enfadarse innecesariamente por cosas contra las que no se puede hacer nada de todos modos.
En ese momento sólo iba a quejarme hasta el final, bastante seguro de que iba a perder.
El entrenamiento y la actitud que me hicieron ganar
He sido entrenado muchas veces en machos de equipo, a menudo por jugadores muy buenos, negativos o ex negativos.
Los consejos siempre fueron buenos y me ayudaron, pero siempre me faltó algo más para impulsarme en el partido.
Durante este partido me entrenó un jugador al que no conocía desde hacía mucho tiempo, que encontró la técnica para ayudarme a darlo todo en el partido y ganarlo a pesar de mi baja forma del día.
Durante los primeros cambios de lado, le comenté lo molesto que estaba con los errores que cometía, que creía que se debían a la raqueta, de hecho me quejaba mucho.
Enseguida me sorprendió su inversión en el entrenamiento: no se limitó a charlar conmigo y decirme tranquilamente lo que creía que debía hacer en la cancha, sino que me habló en un tono muy directivo, cortando todos mis comentarios negativos y reenfocándome con fuerza las ideas positivas.
Al principio me sorprendió, luego me molestaron sus comentarios y estuve a punto de decírselo, pero finalmente me di cuenta de que tenía mucha razón en todo lo que decía.
Esto es lo que me dijo:
- no nos importa tu pala, ¡si te esfuerzas puedes ganar este partido!
- ¡deja de alterarte, lucha en cada punto y ganarás este partido!
- cuando se gana un punto difícil, no se expresa nada, sólo se agita el puño y se demuestra al adversario que se está ahí.
Nada de tácticas ni de análisis complicados, sólo comentarios muy enérgicos para impulsarme, para que me centre en lo positivo y para que dé lo mejor de mí en cada punto.
Los resultados
El coaching no fue milagroso, acabamos ganando el partido en 3 sets, pero lo que es seguro es que sin este coaching habríamos perdido mucho más rápido.
Me demostró, aunque ya lo sabía, que en algunos partidos hay que esforzarse mucho para conseguirlo.
Algunos días puedes hacerlo tú mismo junto tu compañero, y otros días necesitas que lo haga otra persona, como fue mi caso ese día, y me habría ayudado en muchos otros partidos.
El pádel es un deporte duro y pocos jugadores lo superan sin la ayuda de un buen entrenador.
Para tus torneos, te aconsejo que no estés solo. Intenta estar acompañado por alguien que te ayude, aunque sólo sea con su presencia, a superar los momentos difíciles de un partido.
Y pase lo que pase, el objetivo es sencillo: dar lo mejor de ti en cada balón que tengas que jugar, sin quejarte, sin poner excusas, sea cual sea tu rival y tu estado de forma del día.
Es fácil decirlo…